Cuántas veces habré escuchado la expresión “ las Redes sociales son como la barra de un bar”. Las 10, 20 o 100 personas que pueda haber en el interior de estos establecimientos públicos no es una comparación acertada si tenemos en cuenta que Internet llegará a los 3.000 millones de usuarios mundiales en unas semanas.

Con tan sólo mencionar esa brutal cifra se puede intuir el alcance que puede llegar a tener un comentario inapropiado, una foto con un contenido desafortunado o un contacto personal precipitado. Ese tuit “en caliente” o la foto de tu cumpleaños en estado de embriaguez y exaltación de la amistad a tus 300 “amigos” de Facebook o en los grupos con listas interminables de contactos, algunos desconocidos, de Whatsapp, no se queda en esos grupos.

Desde que pulsamos el botón “publicar” o “enviar” en una aplicación, Facebook, Twitter, Whatsapp, blogs, webcams, perdemos el control del contenido y este proceso es irreversible. Es indiferente que sean perfiles cerrados o grupos reducidos o incluso una relación personal. Lo más importante: sabes a quién va dirigido pero no con quién se comparte. Por tanto, mediante la configuración de las opciones de privacidad se puede limitar el acceso a desconocidos pero no la difusión de esa información por terceras personas.

Entonces ¿Por qué publicamos en las Redes Sociales tantos detalles de nuestra vida personal y/o profesional que podrían llegar a comprometer nuestra privacidad e incluso seguridad? Egocentrismo, soledad, baja autoestima, temor social, son algunos de los comportamientos que nos llevan a dejar de distinguir entre la frontera del ámbito privado y el público.

¿ A quién pertenece toda esa información desde el momento que la publicas? No vamos a entrar en un análisis exhaustivo de los términos y condiciones de cada Red Social, quenadie lee por ser interminables, tediosas y poco comprensibles pero que son lo primero que aceptas en el proceso de registro.

Recuerda que es la propia Red Social la que te proporciona la oportunidad de abrir una cuenta con tu nombre @lacaciabogado, te facilita el alojamiento y todo el soporte técnico para que la gestiones. Estos proveedores de servicio gratuitos están ubicados, en su mayoría, en Estados Unidos. Por ello, si tu comportamiento en la Red no se ajusta a esas políticas de uso/comportamiento, tu cuenta, por decisión de la propia red, es suspendida. Mis datos personales me pertenecen pero una Red Social que está fuera de mi país y, por tanto, no sujeta a mi legislación, tiene poder para decidir si mis propia información debe estar o no publicada y qué hacer con ella.

Ahora decidimos subir una fotografía de un evento en el que participamos o una foto de los conferenciantes. Mencionamos comentarios sobre la aplicación de ciertos artículos del Código Penal o publicamos la crítica sobre un nuevo estreno de cine. Sin duda, la propiedad intelectual nos atribuye los derechos sobre esos contenidos. Cuestión diferente es la información publicada relativa a otras personas. No olvides por tanto y en todo caso que, independientemente de su autoría, la posibilidad de que sea utilizado por terceros será imposible de controlar.

¿Cuál es la importancia y el peligro de la sobreexposición? Época navideña, quiero presumir un poco y publico: “estaré en la montaña esquiando estos días en compañía de Pepito y Pepita”. Acabas de decir al mundo entero que tu casa estará vacía esos días y que Pepito, que rechazó ciertos compromisos personales con la excusa de su trabajo, prefiere la compañía de tu persona que la de otras a quienes ha rechazado con ese mismo pretexto.

El mayor riesgo potencial y objetivo del oversharing lo constituyen los menores. Sobreexponen su imagen y su información personal de tal forma que se han convertido en el cebo perfecto para delincuentes que utilizan el engaño para acercarse a ellos.

Pero no todo siempre es demonizar y culpar siempre a los menores por estas imprudencias. Son muchos en el mundo adulto los que inician contactos personales o de amistad basadas en el engaño y fían su intimidad vía mensajería instantánea y webcam al intercambio de cuatro conversaciones. No nos extrañemos entonces de los casos de sextorsion y ciertas estafas. ¿Alguna vez has ido por la calle y una persona extremadamente atractiva te ha solicitado un intercambio sexual o te ha dicho sin conocerte de nada que eres el amor de su vida o que eres el heredero de un gran patrimonio? Entonces, ¿por qué crees que eso te va a suceder a través de internet?

Por otro lado, conscientes de esa sobreexposición en la Red, es obligado que los investigadores analicen todos dispositivos electrónicos de personas desaparecidas o que se han suicidado, ya que en muchos casos, y sobre todo en personas jóvenes, tras el análisis, se ha podido que muchos de ellos tenían algún tipo de interacción previa en alguna red social.

Creo, firmemente, que aún estamos muy lejos, por no decir que es imposible, de tener la opción a borrar nuestros datos de la Red o de lo que es lo mismo, de ejercer lo que se denomina el “Derecho al Olvido”.

La propia dinámica de indexación de los buscadores, la dinamicidad y complejidad de la información, la curiosidad humana, nuestro propio comportamiento, la ubicación de proveedores de servicio y alojamiento, el Cloud Computing, los dueños de las aplicaciones móviles y una lista interminable de razones por las que no creo que lleguemos, por propia idiosincrasia y estructura técnica de la Red, a tener el control absoluto de lo que publicamos.

Probablemente, algún día, podrás olvidarte de aquella foto íntima que enviaste a un desconocido y que compartió con todos sus compañeros de trabajo, o de ese comentario despectivo hacia tus jefes que te costó el empleo o la foto en la fiesta con tus amigas en Facebook mientras supuestamente estaban enferma en casa. Pero la Red, nunca jamás, olvidará aquél error que cometiste.

Entonces, ¿cuál es el mejor consejo para garantizar tu privacidad? lo que no quieras que sepa o pueda afectar a la esfera de tu intimidad, no lo publiques.

Silvia-Barrera

Autora: Silvia Barrera Ibáñez
Inspectora del Cuerpo Nacional de Policía. Jefa de Grupo de Redes
Representante Española del Cuerpo Nacional de Policía en el Ciclo Político Estratégico en materia de Ciberataques e Inteligencia en la Red de la Comisión Europea a través de EUROPOL