Una de las medidas que el Gobierno de España ha adoptado para intentar hacer frente a la crisis económica, derivada de la crisis sanitaria por la pandemia del COVID19, es la que se refiere a la línea de avales para dar liquidez a los autónomos y a las pequeñas y medianas empresas (PYMES). Esta medida, operativa desde el 6 de abril de 2020, se canaliza mediante los créditos del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

El procedimiento escogido por el Gobierno para activar esas líneas de liquidez ha sido mediante convenios de colaboración entre el ICO y las diferentes entidades financieras, con una dotación de hasta 100.000 millones de euros, la mitad de este montante, destinado a los préstamos para autónomos y las pymes.

Los préstamos que se concedan mediante estas líneas especiales de liquidez estarán destinados a atender las necesidades de financiación de los autónomos y/o pymes que se hayan visto afectados por la crisis sanitaria del coronavirus y tengan que atender a pagos como salarios, facturas, obligaciones fiscales o tributarias. Dichos préstamos no podrán ser utilizados para unificar otros préstamos que ya se tengan concedidos, ni para amortizar anticipadamente otras deudas preexistentes.

Lo anterior, desde mi punto de vista, es insuficiente, puesto que lo único que se conseguirá es endeudar aún más a los ya maltrechos autónomos y pymes, significando, más que una solución, un parche futuro, que no remedia, en casi nada, el principal problema actual.

Mi opinión es que, ante la excepcionalidad de la situación derivada por la actual pandemia, como quiera que cientos de miles de estos autónomos y pymes no están ingresando un solo euro por el estado de alarma decretado y el consiguiente cierre de sus actividades, se deberían decretar medidas de mayor calado como, por ejemplo, la condonación (no la suspensión) del pago de cuotas a la seguridad social, o de las obligaciones tributarias, hasta que, como mínimo, continúe el estado de alarma.

Refiriéndonos únicamente a la pretendida ayuda en cuanto a la línea de liquidez a través de los préstamos ICO, desde nuestro bufete, estamos recibiendo también muchas quejas por parte de nuestros clientes y de otros autónomos y pymes que nos consultan. Nos están informando de las numerosas dificultades con las que se están encontrando a la hora de solicitar dichos préstamos a las entidades financieras.

Algunas de las disfunciones que estamos recogiendo de los autónomos y pymes, son las siguientes:

1º En algunos casos, los tipos de interés que ofrecen las entidades financieras son muy elevados, por encima del 2,5% (en algún caso, incluso al 5%).

En este punto, conviene recordar que este tipo de créditos ICO, cuentan con el aval del Estado, en concreto, el 80% del préstamo que se conceda, llevará el aval estatal. Por ello, las entidades financieras, deberían de ofrecer dichos préstamos a un tipo de interés más bajo que en condiciones normales.

Es decir, debería ser no superior al 1% (ya que, incluso antes de la crisis sanitaria por COVID19, las entidades financieras venían ofreciendo créditos con tipos de interés en torno al 1,5%).

2º Otra de las disfunciones con las que se están encontrando los solicitantes de los préstamos ICO, es que la entidad financiera les exige contratar algún producto asociado a dicho préstamo (por ejemplo, la exigencia de contratar un seguro de vida).

En este caso, hay que recordar que las entidades financieras no pueden condicionar los préstamos que se concedan a la contratación de ningún tipo de productos asociados. Incluso, en el caso de que algún solicitante quisiera, voluntariamente, contratar un seguro de vida, podría hacerlo en la entidad financiera ante la que solicite dicho préstamo o en cualquier otra entidad o agencia de seguros que él mismo decida.

3º Otra de las graves disfunciones que nos están llegando, cuando los autónomos y las pymes solicitan un préstamo ICO a alguna de estas entidades financieras es que, pese a tener acreditado la necesidad de obtener esta línea de liquidez, con los informes pertinentes que así lo demuestran, resulta que la entidad financiera rechaza su solicitud y le deniega el préstamo.

La razón de ello es porque las entidades financieras utilizan el llamado control de riesgos (scoring) de forma automática, es decir, se introducen los datos económicos de los solicitantes del mes inmediatamente anterior a la solicitud y, como durante el mes de marzo, la mayoría de los autónomos y pymes ha tenido dificultades económicas, saltan facturas impagadas, nóminas o salarios pendiente de pago, deuda con la seguridad social o de impuestos, etc.

El control de riesgos no se supera con dichos datos y el préstamo es denegado de forma automática. Lo que reclamamos desde nuestro despacho es que, obviamente, las entidades financieras no tengan en cuenta los datos del mes de marzo, sino de otros meses anteriores para tener una realidad fidedigna, anterior a la crisis sanitaria que es la que afectó a la normalidad de la actividad de autónomos y pymes.

Desde el despacho Lacaci & Delgado Abogados creemos que las posibles soluciones para acabar con estas disfunciones apuntadas son, por una lado, que el Banco de España (B.E.) y el propio Instituto de Crédito Oficial (ICO) vigilen, supervisen y, en su caso, corrijan a las entidades financieras que no cumplan con el objetivo o con los requisitos y obligaciones exigidas para ofrecer estos préstamos avalados por el Estado y, en segundo caso, quizá, sería conveniente que el 20% del porcentaje de los préstamos ICO concedidos, que deben avalar las entidades financieras, pasara a avalarse por parte de las Comunidades Autónomas para que, en ese caso, se fijara por ley (o por decreto, si no hay más remedio) que, entre otras ventajas para los autónomos y pymes que precisen de dichos préstamos, fueran concedidos con un interés del 0%, por eje.

Fuente original: https://www.eleconomista.es/opinion-legal/noticias/10487564/04/20/Las-disfunciones-de-los-prestamos-ICO-con-el-aval-del-Estado.html