Hay una frase que se le atribuye a Unamuno que dice: «Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado».

Hoy votamos. Yo he ido a votar. Da igual a tal o cual partido, no es relevante. El texto lo habré enviado antes de conocer el primero de los sondeos porque no me molestaré ni en mirarlos. Los partidos políticos no hablan de Europa. Los partidos no hablan del futuro. Los partidos hablan del pasado reciente y no tan reciente pero no hablan de la corrupción implementada en nuestra sociedad y en sus propias organizaciones como una metástasis mortalmente avanzada en nuestra no tan joven democracia.

Es una pena que los esfuerzos de nuestros representantes políticos se centre en ser hijos de nuestro pasado y no padres de nuestro porvenir.

Voy a poner varios ejemplos de la importancia que tiene la denostada Europa en nuestras vidas:

• Los españoles sabemos que “Europa” ¡SIC! nos ha prestado dinero para el rescate del sistema financiero.

• Los españoles sabemos que “Europa” nos ha impuesto unas durísimas medidas de austeridad. • Los españoles sabemos que “Europa” ha financiado la modernización de las zonas rurales de España y muchos programas de formación y empleo.

• Los españoles sabemos que “Europa” ha modificado nuestro sistema de ejecución hipotecaria y ha decretado la nulidad de las cláusulas abusivas en materia de consumidores y usuarios (Sentencia de 14 de marzo de 2013, caso Aziz).

Lo que no sabemos los españoles es que en Europa se deciden las políticas que afectan directamente al Derecho interno nacional Lo que no sabemos los españoles es que las Directivas(1) Europeas establecen los objetivos que deben lograr los Estados miembros, dejándoles elegir los medios para hacerlo. La Directiva puede ir dirigida a uno, varios o todos los Estados miembros. Para que los principios en ella establecidos surtan efecto para los ciudadanos, el legislador nacional debe adoptar una norma de Derecho interno que conforme el ordenamiento jurídico nacional a los objetivos de la Directiva. La Directiva fija una fecha límite para la transposición al Derecho nacional. Los Estados miembros cuentan con un margen de maniobra que permite tener en cuenta sus peculiaridades nacionales. La transposición tiene que realizarse dentro del plazo que marca la Directiva. La Directiva se utiliza para armonizar las legislaciones nacionales, por ejemplo en temas relacionados con el mercado único (normativas sobre seguridad de los productos, etc.)

“Europa” nos marca el camino. El Parlamento nacional, ese que dice tener la soberanía del pueblo, en un porcentaje cada vez mayor, es un mero tramitador de normas armonizadas de mínimos, europeas, que transpone al Derecho patrio. “Europa” nos impone el camino.

No quiero dejarme atrás la aplicabilidad directa de “Reglamento Europeo” (2) en todos los Estado sin que sea necesaria su transposición para completar su eficacia.

Sin embargo, pese a la importancia de “Europa”, su incidencia directa que tiene en nuestras vidas nuestros representantes prefieren centrar los debates en la sobrevalorada política interna y sobre nuestro pasado que ser, como decía Unamuno, “padres de nuestro porvenir”.

(1) ¿Qué es una Directiva?http://ec.europa.eu/eu_law/introduction/what_directive_es.htm

(2) ¿Qué es un Reglamento?http://ec.europa.eu/eu_law/introduction/what_regulation_es.htm

luisabeledo

Autor: Luis Abeledo Iglesias

Abogado. Socio director del despacho ABELEDO ABOGADOS.

Editor del Blog de AbeledoAbogados.wordpress.com