El rumbo democrático de la historia de España después de más de cuarenta años de Dictadura, lo marcaron principalmente tres Acontecimientos: las primeras elecciones democráticas de 1977; la Constitución de 1978; y el triunfo contra el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

Celebramos este año el 40 Aniversario de la aprobación de la Constitución Española y para ser conscientes de su valor supremo es imprescindible recordar que previamente, para iniciar el camino democrático, hubo que utilizar un proceso de ingeniería democrática de ruptura a través del método pacífico de la Reforma, con consecuencias no contradictorias que asombraron a los españoles y al Mundo, lo que se logró con una estudiada, compleja y novedosa operación jurídica de la Ley a la Ley.

Este método modelo en el mundo de transición democrática culminó con la aprobación de la Constitución Española en diciembre de 1978, como el gran pacto solemne y acuerdo entre todos los españoles por la democracia. Constituye el encuentro histórico de los españoles de unas y otras ideologías, provenientes unos de vinculaciones con la Dictadura y otros, de la lucha contra ella, y anteponiendo siempre por los diversos partidos políticos, de un extremo a otro, la defensa de la democracia y el interés general de España por encima de intereses partidistas, evitando desde el principio el enfrentamiento violento de las dos Españas machadianas de unos contra otros, siguiendo lo que podría ser el Lema latino de la Transición política In Varietate Concordia, sin preguntar a nadie de dónde venía, porque lo importante era saber que se caminaba hacia el mismo destino democrático.

Este Pacto por la democracia mostró su fortaleza ante el momento más difícil, pocos años después, el 23 de febrero de 1981. La frase “Todos al suelo”,tal vez sea la que más se ha grabado como imagen del frustrado golpe de Estado del 23-F. Afortunadamente el Pacto solemne constitucional triunfó el 23-F y supuso el trascendental paso del Rubicon de la dictadura a la democracia sin vuelta atrás que ha dado lugar a la etapa de mayor progreso económico y social, y convivencia pacífica que llega hasta nuestros días superando momentos más difíciles que los actuales, que exigen prioritariamente el desarrollo de la Constitución antes de la aventura irresponsable de la reforma, como desde diversos e interesados ámbitos se pretende, recordando que todavía el 40% de su contenido no se ha desarrollado siguiendo el método prioritario y previsto en la misma Constitución a través de la aprobación de las Leyes correspondientes, lo que no se realiza con la única responsabilidad  de los partidos políticos.

Nos encontramos actualmente ante una grave crisis que afecta al propio sistema democrático cuya causa fundamental reside en el funcionamiento no democrático del sistema de partidos políticos y que a diferencia del modelo de actuación de la transición democrática, subordinan el interés general de los españoles a sus intereses partidistas también en los diferentes territorios y comunidades autónomas, como es el caso de Cataluña, lo que no es culpa de la Constitución en la que se encuentran los principios para resolverse y que es una de las más completas y avanzadas de Europa.

Autor: Manuel Núñez Encabo.
Catedrático de Ciencias Jurídicas – Miembro del Partido Socialista Obrero Español
El 23-F se encontraba votando en el momento que irrumpieron los golpistas en el Congreso de los Diputados