Agradezco la invitación de Lacaci Abogados para escribir estas líneas en recuerdo de nuestra hija Sandra Palo y seguir reclamando la modificación de la Ley del Menor.

Mi nombre es María del Mar y soy la mamá de Sandra Palo, asesinada brutalmente un imborrable 17 de mayo de 2003, por tres menores y un adulto, el único que está en la cárcel. Desde ese día nuestras vidas cambiaron para siempre. Hay pocas cosas tan anti natura como el hecho de que se vaya un hijo antes que los padres y, mucho más, si te arrebatan a un hijo de la manera en la que nos quitaron a nuestra hija.

Desde aquel fatídico día, emprendimos una lucha sin fin, sin tregua. Recogimos firmas para cambiar la Ley del Menor, consiguiendo la nada despreciable cifra de 1.200.000 firmas. La Ley del Menor, la entendemos como una ley que ya empezó mal y sigue peor, porque si el menor tiene 13 años ni tan siquiera pisa un Centro de Menores. Nosotros llevamos 14 años sobreviviendo a tanta injusticia, nos hemos reunido con Ministros, Diputados, pero jamás nos ha recibido ningún Presidente del Gobierno. No lo hizo el Sr. Aznar, tampoco lo hizo el Sr. Zapatero, ni el Sr. Mariano Rajoy. Este último, hizo unas declaraciones ante los medios de comunicación, en las que prometía que, en el caso de ser nombrado Presidente del Gobierno, cambiaría la Ley del Menor. Pero nunca lo hizo. Mentira tras mentira, nos hemos sentido utilizados y abandonados por los políticos, quienes, únicamente, parecía importarles la foto con las víctimas. También tuvimos la mala suerte de dar con un mal abogado, manipulador y estafador…

El crimen de mi hija según varios periodistas, criminólogos y algunos letrados, ha sido el crimen más brutal de la historia. Yo lo único que sé es que, el día 16 de mayo de 2003, salimos todos a trabajar menos mi hijo que tenía 10 años y ya no volví a ver a mi querida hija, que el día que la asesinaron era la comunión de mi hijo y que nunca olvidaré cuando nos llamó la policía, quienes nos dieron la noticia sin anestesia, ni un psicólogo, ni nada que pudiera contener lo más mínimo el inmenso dolor que en ese momento se nos venía encima de nuestros cuerpos, de nuestra alma. Lo único que quería era quitarme la vida, me quería ir con ella. Si no lo hice, fue porque me quedaban dos hijos, mi marido y los abuelos.

Yo no sabré de leyes, pero mi corazón sí sabe lo que es sufrir por la pérdida de una hija. Los que me la arrebataron, lo hicieron de la forma y manera más cruel que se pueda imaginar. A quienes legislan, les pediría que se pusieran en mi lugar. Que pensaran, por un momento, en el inmenso dolor que puede llegar a causar hechos tan execrables como los que cometieron los asesinos de mi hija. Después de pensar en ello, que reflexionen y piensen si es necesario legislar en otro sentido a fin de no dejar impunes, hechos tan horribles como aquellos.

Quiero agradecer a la sociedad sus muestras de cariño y apoyo, ya sea por las redes sociales o personalmente. Después de catorce largos, muy largos años, siguen llevando el nombre de mi hija en su corazón y no la olvidan. Le prometí que jamás la olvidaríamos. Siempre será mi bebé, porque el cordón umbilical nunca se corta con la madre… me falta un trocito de mi corazón y de mi alma, que se fueron con ella. Solo me queda decir: Sandra, te queremos y nunca te olvidaremos. Eres un Ángel y tienes dos sobrinos que, sin conocerte, ya te quieren.

Un beso al cielo, mi amor.

Quiero también aprovechar este espacio que me conceden desde el blog de Lacaci Abogados para enviar un abrazo muy fuerte a la familia de la joven Diana Quer (q.e.p.d.) y a la familia de Marta del Castillo (ojalá pronto puedan descansar y aparezca el cuerpo de Marta). Doy todo mi cariño y apoyo a todas y cada una de las familias que han sufrido o están sufriendo por la desaparición de sus hijos, nietos, hermanos, a manos de personas tan crueles como los que un día arrebataron la vida de mi querida y nunca olvidada hija.

Autora: Mari Mar Bermúdez
Presidenta de la Asociación Sandra Palo